20.1.11

Capítulo 3.

Soltó el papel rápidamente, se puso sus zapatillas y salió de su habitación corriendo por aquel largo pasillo. Paró en seco cuando llegó a la puerta de Alex, llamó a la puerta y la abrió.
-¿Qué ocurre... Alex?-preguntó.
No vio a nadie. Las sábanas de la cama estaban revueltas, la ventana abierta… ¿Habría bajado a desayunar? Entró en la habitación cerrando la puerta sin dejar de mirar al frente.
Sintió como algo recorría su cintura, y seguidamente, era abrazada sin mostrar la mínima resistencia; sabía de quien se trataba.
-Sabía que vendrías, Kristin.-le susurró al oído.
La chica se dio la vuelta y lo miró enfadada.
-¡Eres tonto, Alexander! Creí que te pasaba algo malo... O que estabas enfadado conmigo...
-¿Enfadarme contigo?- Preguntó irónico.-Créeme que no, y menos hoy, que es tu cumpleaños... - sonrió ampliamente.
-Vaya... Te has… acordado... -murmuró avergonzada.
Se acababa de dar cuenta de que se encontraba a escasos centímetros de su rostro.
-De cerca eres realmente... atractiva.-confesó el chico acercándose a ella.
Abrieron la puerta sin avisar. Aquel abrazo había sido algo tan fugaz que no había podido saborearlo ni por un momento.
-Kristin, supuse que estarías aquí.-dijo la madre de Alexander con una amplia sonrisa.-Felicidades cariño, nada más y nada menos que quince años, eh.
-Gracias, señora Xaver.
El chico sonrió a su madre.
-Y como por los cumpleaños se suelen regalar cosas...-comenzó el chico abriendo uno de los cajones de su escritorio.- Esto es para ti.
Sacó una pequeña caja del cajón y la abrió; en ella, se encontraba un colgante con una piedra de color azul y pintas negras. Lo cogió y lo ató tras su cuello.
-¿Te gusta?-preguntó el joven.
-Me encanta.-contestó ella sonriéndole dulcemente.
-Pensé que como te gusta tanto la naturaleza, me recordó al agua… ¡Y que más que una piedra de color azul...!-explicó Alex.
-¿Y las pintas negras?-preguntó mirando su colgante.
-Se refieren a mi… Que siempre me he considerado un chico oscuro…-burló.- No, en realidad es porque me gustó la combinación…
-Yo dejé que la escogiera él, siempre acierta con tus regalos...-dijo su madre tras un suspiro.
-Gracias de nuevo, a los dos.

         Había estado estudiando toda la tarde. No había quitado la vista de sus libros de texto.
-Estas formulas… -pasó página.-… estas otras…-cogió unas cuantas paginas y dejó caerlas suavemente-… y estas muchas más…-murmuraba la joven mientras entrecerraba sus ojos.
-¿Qué haces?- preguntó el joven Alexander apareciendo tras la puerta.
-Estudiar… -dijo rendida, echándose sobre la mesa.
-Estás empeñada en hacer aquel examen, eh… Va, te ayudo.
El joven entró en la estancia y cerró la puerta con cautela, sus padres dormían, y no quería despertarlos.
Tomó una silla y se sentó al lado de Kristin. Esta, lo miró y observó sus vestimentas. Llevaba unas botas altas, de color negro, por donde había metido el final de su azulado y ajustado pantalón, y una chaqueta del mismo color que los pantalones. “Seguro que viene de sus clases de equitación…” – Pensó la joven. Levantó su rostro y le miró a la cara. Le encantaba encontrarse con aquellos ojos de color azules, que según el tiempo que hiciera, cambiaban de tonalidad. Su pelo era un poco largo y revuelto, de color castaño claro. Había salido a su padre, ya que la madre, era rubia y poseía unos ojos intensamente verdes. Luego, miró sus labios; más de una vez los había deseado, pero, seguramente, ya pertenecerían a otra chica. Hacía poco que había cumplido los dieciséis, y un chico como él, era difícil de encontrar; aparte de atractivo, era educado, y además, listo.
-¿Kristin?
-¿Mmm?
-¿En que estás pensando?-preguntó un tanto intrigado.
-Solo pensaba en... En... Nada importante.-Dijo mirando su cuaderno de texto.
-Por la reacción que has tenido yo diría que pensabas en algún chico…-preguntó arqueando un poco sus cejas.
-Bueno... Un poco...-Admitió.
-¿En serio?-preguntó aun con más interés.- ¿Cómo se llama? ¿Cómo es? ¿Cuántos años tiene?
Aquello era un bombardeo de preguntas
-Bueno... No sé... ¿Cómo es la chica que a ti te gusta?-le preguntó avergonzada.
-Es... De alguna manera.-contestó.

    Desde aquello, habían pasado varios meses, y ninguno había vuelto a sacar aquel tema.

La oscuridad se dejaba caer, y la luna ese día era llena. No había ninguna nube en aquel cielo.
-Pero es que no lo entiendo, Peter.-se escuchó decir en la sala común.
-Señorcito Alexander, es normal que se sienta impotente ante tal situación. Cuando la dama de la que estamos enamorados, se fija en otro joven, es normal que nos sintamos así.
Una chica de cabellos claros se encontraba escuchando tras la puerta. No podía entenderlo. “¿Estaba con una chica y ésta le ha dado de lado?”-pensó ella.
-Puede que lo conozca y todo, que sea alguno de los alrededores, porque creo que no se trata con muchas personas…
Antes de que Kristin pudiera coger camino hacia la cocina, llamaron a la puerta. Debería de haber ido la sirvienta que se encargaba de ello, pero en este caso, fue ella quien la abrió.
-Hola señorita Kristin.-dijo una mujer de grandes caderas y algo más baja que ella.
-Buenas tardes, señora Zac.-saludó con una leve reverencia.
-No sé que haces abriendo tú la puerta, Kristin, de eso deben ocuparse los criados.-comentó despectiva aquella señora.
La chica, se apartó de la puerta y dejó que la familia entrase. No eran numerosos. Estaba la señora y el señor Zac, junto a sus tres hijos; Luzie, la hija mayor y Xavier, el menor.
  
  Xavier era un chico educado, como cualquier otro, atrevido en ocasiones, y no se llevaba mal con ninguna persona; de hecho, era uno de los jóvenes más populares del barrio. Luzie, pelo corto y algo revuelto, de un color claro. Su flequillo, no llegaba a cubrir sus ojos, porque ellos, eran parte de su atractivo; eran de un color verde intenso, como los de su madre, la señora Zac.

1 comentario:

  1. :o me he leido los tres capitulos y que mas decir que me encantaaaaaaaaaaa ;D esta genial y sobre todo me encanta tu forma se expresarte ;D tengo ganas de saber que les paso a los padres de kristen ;D por cierto adoro a alexander ;D es tan ....... Nose porque pero al pensar en el me viene a la imagen montado en un caballo y desmelenandose (ignora mis tonterias XD ) en fin espero el siguiente capitulo ansiosa ;D a y te sigo of course ;D besazos
    atentamente alescritora

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