25.1.11

Capítulo 6.

-¡Daos prisa!-exclamó la señora Xaver.
Alex y Kristin comenzaron a bajar las escaleras hacia la planta baja a toda prisa.
-Me da miedo tu madre cuando se pone así…-le dijo la joven.
-Te recuerdo que delante de los demás también es tu madre…-dijo Alex sonriéndole a la chica que corría a su lado.
Cuando llegaron junto a su madre, el joven se paró a mirar las vestimentas de su hermana. Llevaba un vestido corto, veraniego, que llegaba hacia sus rodillas. Tenía mangas cortas, dejando al descubierto sus hombros, donde caía su ondulado pelo dorado. Kristin le miró y sonrió sonrojada.
-¿Qué pasa Alex?-preguntó tímida al ver que no paraba de mirarla.
-Me gusta… tu vestido.
-¿Sí?-estaba emocionada.-Me lo trajeron el otro día, es el regalo de la familia Zac por mi cumpleaños.
Los Zac. Casi se había olvidado de Xavier. Hacía tiempo que no lo veía, y menos mal. Lo que menos quería ahora era ver como aquel chico intentaba filtrear con Kristin. Se quedó pensando por un momento antes de que su madre volviera a llamarlos para que se dieran prisa. Se sentía egoísta.
Salieron de la casa y se dirigieron hacia el coche de caballos donde la señora Xaver ya estaba sentada. Ayudó a su hermana a subir y seguidamente se montó él. Se dirigirían a una de las casas más antiguas de aquella ciudad, la mansión de los Yuix.
Tardaron alrededor de media hora en llegar. La familia Yuix, era la generación más antigua después de los Xanne. Bajaron del carro y comenzaron a entrar en la parcela. Kristin no paraba de mirar al joven que la acompañaba. Desde hacía días le había notado más distante. No sabía muy bien por qué, pero no había tenido tiempo para hablar con él, para preguntárselo. Apenas lo encontraba ya en su habitación, o en el jardin. Pasaba la mayor parte del día fuera. ¿Se habrían terminado aquellos días que pasaban juntos? Jugando a cualquier cosa, entreteniéndose con todo, contándose anécdotas, o recordando cuando se conocieron… Le invadió un sentimiento de tristeza por un momento, antes de encontrarse  con la señora Yuix delante suya saludando a su madre y su hermano.
Les llevó dentro de la casa. Pasaron al salón; había una gran mesa en el centro, multitud de cuadros en las paredes, y al fondo, una gran puerta abierta a un verde jardin.
-Tomen asiento, ahora mismo llegarán mis hijos-sonrió amable la señora.
 Los presentes hicieron caso. El señor Xaver estaba de viaje, y no podía acompañarlos en ese momento. La madre de Alex, tomó asiento al lado derecho de Kristin, y Alex  a su izquierda. La joven estaba sorprendida por aquella casa, no se diferenciaba mucho de la suya pero tener de vista el jardin le encantaba. Miró a su hermano para ver que cara tenía él al ver todo aquello. Alex mantenía la cabeza gacha, absorto en sus pensamientos. La señora Xaver miraba hacia el jardin.  ¿Qué pasaba?
Un chico de pelo corto apareció ante ellos. Sus cabellos eran pelirrojos, y sus ojos de color verde. Sonrió hacia la familia y se sentó frete Kristin. Alex levantó la mirada con una gran sonrisa al verlo. Tras él apareció una joven de cabellos largos. Hizo una leve reverencia y se sentó al lado de su hermano. La madre de estos, tomó asiento al lado de su hija mayor, y por último, apareció su hija menor. Lucía un vestido de color blanco crudo, del mismo estilo del de Kristin. Su pelo llegaba un poco más arriba de sus hombros, liso, y pelirrojo como el de sus dos hermanos. Tenía unos ojos ambarinos, en los cuales podía verse su dulzura.
Tomó asiento, frente a Alex y su madre se levantó con una gran sonrisa. Miró a Kristin.
-Creo que aún no has tenido ocasión de conocer a mis hijos, Kristin…- señaló a su hija mayor.- Nathi,-A su hijo.- Dan,- Y por último a su hija menor.- y la prometida de tu hermano, Napherti.
Intentó no parecer alarmada, aunque realmente tenía encogido el pecho. ¿Cómo iba a ser su prometida? Sonrió forzadamente, pero con credibilidad. Cuando la señora Yuix se sentó y comenzó a hablar con su madre, miró a Alex. Éste tenía la mirada fija al frente, a su prometida. No le dedicó ni un segundo a su hermana aún sabiendo que lo miraba. Sonreía, al igual que la joven de enfrente. Se giró y se introdujo en la conversación que mantenían aquellas que habían sellado el compromiso.
El almuerzo fue entretenido para todos, menos para ella. Más de una vez Dan y Nathi le habían querido dar conversación, pero aunque hubiera hablado con ellos, quería estar atenta de lo que hablaban Alex y Napherti. Ya era al final cuando ésta se levantó de la mesa y Alex miró a Kristin. No lo había hecho durante todo el almuerzo. Ella le rechazó la mirada. Él lo entendió; estaba enfadada. Se lo había esperado desde el día en que su madre le había comunicado su compromiso con la menor de las hijas de los Yuix, y él no le había dicho nada a Kristin, no había sabido cómo hacerlo. Y ahora no había vuelta atrás. Se había enterado de aquella forma, de repente.
-Señoritas Xaver, ¿les apetece un café?-preguntó Dan levantándose de la mesa.
-Claro, muchas gracias, Dan.-aceptó la señora Xaver.
- Y mientras… Naph, podrías dar una vuelta con el joven Alexander, si le apetece…-propuso la madre de ésta.
-Me parece buena idea.-sonrió el joven.
Kristin lo miró mientras tomaba la mano de la chica pelirroja y salían del comedor.
-Vayamos al jardín, desde allí podremos verles…-dijo la mujer.
“Genial… ¡vayamos!” pensó con ironía la joven.
Aún estaban tomando café, cuando comenzaron a hablar de las bodas de sus
hijos. Alexander había estado paseando con Napherti todo aquel tiempo por los jardines. Parecía una chica tímida y encantadora.
-Kristin, cariño no le has quitado ojo a tu hermano durante todo este tiempo…-objetó con una risita la señora Yuix.
La había pillado. Disimuló riéndose como una tonta, para acompañar a la señora que tenía en frente.
-No te preocupes por tu hermano, Kristin, e introdúcete en la conversación.-pidió la señora Xaver.
-Sí… mamá
Aunque hubiera aceptado, no podía apartar mirada de la pareja. Ella se mostraba tímida, pero él, era diferente a como cuando estaba con ella misma, ahora lo veía más atrevido. Tomó una flor de uno de los arbustos y la extendió hacia la joven. Ésta, se sonrojó y la tomó. Él, levantó su barbilla con la yema de sus dedos y la besó. Tanto la madre de Naph, como la suya misma, sonrieron, y no pudieron evitar soltar una risa pícara. Mientras que la chica de rubios cabellos no dijo nada. Aguantó la respiración e intentó contener un poco más sus lágrimas.

1 comentario:

  1. T_T no :( pobre kristin T_T y alex a que viene ese beso vale que se case con ella pero T_T no es justo lo que esta haciendo :( ;D espero el siguiente capitulo ;D

    ResponderEliminar