23.1.11

Capítulo 4.

-Estás muy guapa, Kristin.-dijo Xavier tomando la mano de la chica y besándola con delicadeza.
-G-Gracias…-sintió cómo sus mejillas se ruborizaban.
No había tratado nunca con Xavier, siempre lo había observado de lejos cuando su familia organizaba una de sus famosas fiestas. Siempre le había parecido un joven atractivo. Sus ojos de un color marrón oscuro hacían contraste en su pálida piel. No apartaba la vista de ella, y ella no sabía como comportarse. Juntó sus dos manos después de que él la hubiera besado. Sentía cómo empezaban a sudar.
-¡Alex!-exclamo Xavier mirando sobre el hombro de la joven. Ella se giró.
-¿Qué tal Xavier?-saludó Alex mientras estrechaban sus manos.
-He acompañado a mi madre, que al parecer tiene cosas que hablar con la tuya, y bueno, no podía perder la oportunidad de ver a tu hermana…
“Hermana…” pensó  Kristin. Miró a Alex, el cual para su sorpresa ya la estaba mirando, ¿habría pensado como ella? Sintió que algo le oprimía el pecho, como si se hubiera chocado de repente con la realidad.
-¿Os apetece dar una vuelta?-preguntó Xavier.
-Es de noche, y no creo que haga buen tiempo…-contestó Alex.
-¿Por qué no vamos a la biblioteca?-propuso la joven.
Ambos aceptaron y tomaron camino hacia la gran biblioteca de aquella mansión. Alex se pasaba la mayor parte del tiempo allí, leyendo, o hablando con Peter, uno de los criados, con el cual Kristin le había escuchado hablar minutos antes en la sala común. Tenía ganas de que pasara el tiempo, saber que es lo que pasaría a continuación, ¿qué pasaría con Alex? Quería saber quien era la chica de a que hablaba con Peter, ¿cómo sería ella de mayor? ¿Iría a una buena universidad? La universidad… quizás en su antigua vida ni podría haberlo imaginado…
-… y entonces va y me dice que no, que no podía venir porque su madre no le dejaba, ¿te lo puedes creer? Porque yo no…
Ya habían tomado asiento para cuando Kristin volvió de sus pensamientos. Xavier seguía hablando, contándoles aquella historia que ella no había entendido. Alex o miraba sin ningún tipo de expresión en su rostro. No hacía falta ser adivino para saber que no le había simpatizado nunca la compañía de Xavier. No eran tan diferentes, quizás fuera por eso por lo que no le tragaba.

Los meses corrían, de desvanecían entre los dedos. Alex había cumplido hacía dos meses los diecisiete años y Kristin acababa de cumplir los dieciséis. Volvía a ser verano. Una joven de cabellos dorados se encontraba en la terraza de aquella mansión, tomando un poco de brisa veraniega, y aunque pasaba todas las tardes expuesta a los rayos del sol, su piel seguía siendo totalmente blanca. Intentaba leer la novela que tenía entre sus manos, pero los ojos se le entrecerraban. Escuchó murmullos a su espalda y se giró. La señora Xaver hablaba con uno de sus criados, algo sobre Alex. Se levantó con cautela y se dirigió a la puerta, para poder escuchar mejor sin ser vista.
-Sí, quiero que le hagas llegar esta carta a la familia Yuix, ya sabes lo que hemos acordado... Ah, ¡hola cariño!- no escuchó nada por un momento.
Abrieron la gran puesta de la terraza, sorprendiendo a Kristín a uno de sus lados. Esta se quedó sin palabras.
-¿Qué haces ahí?-preguntó Alex.
Lo veía todos los días, pero en aquel momento le pareció como si hubiera crecido, hoy estaba realmente… guapo.
-¿Kristin?-preguntó con mirada inquisidora.
-Es que…-quedó dubitativa.- ¡se me ha caído el libro!-exclamó mientras levantaba aquella novela.
Quizás se había pasado con el énfasis. El joven le miró raro y sonrió.
-Claro…
Se quedaron mirándose. Siempre ocurría. Había un momento en el que se quedaban callados, sin decir absolutamente nada, simplemente mirándose. Había veces que era incomodo, pero otra parecía que era una especie de conversación interna, como si pudieran  expresar de aquella forma lo que deseaban en aquel momento. Alex desvió su mirada. Kristin siguió mirándole, ¿había sido dolor lo que había reflejado su rostro por un momento?
-Tengo que irme-dijo con tono serio.- Te veo en la cena.
Apartó un mechón del rostro de la joven y le dio un beso en la frente antes de salir de la terraza.

1 comentario:

  1. "¿Te lo puedes creer? Porque yo no" xD yo suelo hacer eso, contestar antes de que lo haga el otro. Me gustan los personajes y la forma en la que lo narras se hace ameno ^^
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